¿Qué es un buen libro para ti?
Uno que me haga reir, llorar,
enfadarme, preguntarme, que me lleve a algún sitio, que me saque de alguna
parte. Un libro que me hiera o donde pueda enamorarme de un flechazo de sus
personajes. Que me haga sangrar. Que me ponga los vellos de punta. Que no se
ande por las ramas, que me diga verdades como puños. Que me enseñe,
que me aprenda, que al terminar, me haga más grande.
Leí un post donde mencionas que no
podrías vender tu libro como si fuera pescado ¿Qué hace un vendedor de libros
que no vende?
Yo no vendo libros. No sé lo que hace
ni cómo lo hace un vendedor de libros. Yo no vendo nada. Yo lo regalo. Regalo
fe y esperanza y otra oportunidad. Regalo equivocarse y seguir caminando.
Regalo amor, montones de amor. Supongo que un vendedor de libros, vende un
formato.
¿Qué piensas del feminismo?
Que no existe. Ni el machismo. Existe
la gente hija de puta de cualquier raza y color. Hoy por hoy, en ese aspecto,
la mujer se lleva la peor parte desde el principio de los mundos. Ante la
fuerza bruta del mono blanco. Existe la incongruencia. Existe el
convencionalismo de pensar que la igualdad existe. Y nunca ha existido, si no,
no estaríamos hablando de esto. La vida no es justa para nada, y yo siempre
estaré del lado de quien más lo necesite. Aunque podría contestar a tu pregunta
diciendo que mi lado femenino es tan enorme que no entiendo a los hombres. A
esos hombres.
¿Hay mujeres relevantes en la poesía
española actual?
Hay mujeres relevantes en todos sitios
en la actualidad. Con el problema añadido de la burocracia que tramita este
circo, y que atiende al varón y a su propósito muchísimo antes que a cualquier
mujer. La mujer lo tiene más difícil. Siempre. En casi todo, lo cual, la hace
irremisiblemente más valiente, más fuerte, más mujer.
¿Te gustan las cumbias?
Por qué no. Me gusta todo lo que es
hermoso. Y lo que no, también, porque a fin de cuentas, todo es hermoso si se
sabe ver. Son tus ojos. Ahí está el secreto.
***
No te imaginas lo que sabe hacer con un
cepillo de dientes
He escrito esta canción para ti:
“Ohhhhhh, Patrice, Patrice
cómo te amo”.
Ya está.
Es corta.
¿Te gusta?
A Patrice lo que le gusta es que la clave a la
pared.
Una vez quise bajarle la luna. Me mandó a la
mierda.
Pero le gusta meterme los dedos de los pies ahí,
por debajo de la mesa
hasta que se me pone dura.
Siempre se muerde el labio.
Otra vez le dije, “no imagino la vida sin ti”.
Y se bajó del taxi.
Cuando llegué a casa no estaba.
La busqué seis manzanas, tres días, y una caja de
clinex.
Volvió a la semana.
Traía el pelo azul y en una teta
se había tatuado la cabeza de un rottweiler y abajo
decía
“Cuidado con la perra”.
Pero la he visto morder un vaso con los dientes.
Tragárselo.
Y jurarme al oído nunca dejaré que nadie te haga
daño.
Extracto
¿Hola?
¿Y tu boca y mi boca haciendo shurch shurch shurch
y tu saliva y mis dientes mordiéndote los labios y los tuyos mi aorta y mi
omóplato?
¿Y mis pies de puntillas?
¿Y yo abrazando tus caderas y trayéndote hasta
puerto y tú
clavándote a mi pecho con tu pecho de ciervo?
¿Y el confeti y los globos y las tracas de
petardos?
¿Y el olor a canela?
¿Y nosotros?
¿Hola?
¿Y mi beso?
Una vara de nardo
No soy un trozo de carne.
No soy ganado.
No soy tu pañuelo de lágrimas.
No soy tu princesa ni hago pis de color rosa.
No soy de piedra.
No soy, o blanca, o negra.
No soy tu proyecto.
No soy tan flexible como una vara de nardo.
No soy tu centro de gravedad.
Ni una estación de paso.
Ni tu último tren.
Ni tu horizonte.
Ni un faro.
No soy estúpida.
Ni sorda.
Ni tampoco estoy ciega.
No soy incandescente. Me apago. A veces.
No soy muda.
No soy una bandera.
Soy una valkiria.
Ni el Sol.
No soy el final de tu camino.
No soy de nadie.
Juegos de invierno
-Empieza tú.
-No, empieza tú.
Ya empezamos.
A veces jugamos a ver quiénes somos. Todavía.
Empiezo yo:
-Me gustan las pistas de basket cuando llueve. Los
charcos que se forman y cómo se reflejan en ellos los edificios y van los
pájaros a beber y las hojitas de los árboles a morir ahogadas.
-Vale. Me gusta que sonrías.
-¿Y?
-Y nada. Eso.
-Bueno...Sigo: me gusta el traca traca y el slurp
slurp y el chunga chunga y el mmmmmmmmmmm...mmmmmmmmmm...y que me comas la...
-Lo he entendido. Me toca: me gusta morirme
contigo.
-¿Así? Podrías extenderte un poco más, no sé, a
veces no te entiendo. ¿Qué coño significa morirme contigo?
-Qué tonto eres. Con lo listo que eres. Te toca. Di
que te gusta quererme.
-¿Sabes qué me gusta de verdad? Darte mordiscos. Y
que salga sangre.
-Pues a mí sólo me duelen.
-Que no. Que te gustan.
-Una mierda me gustan.
-¿Y por qué te dejas?
-Porque te gusta a ti.
A veces jugamos a ver si aquello que empezamos
sigue ahí.
A veces dejamos que el silencio. Nos miramos. Nos
cogemos de la mano.
A veces, nos besamos. No como un beso de todos los
días de adiós que me voy al trabajo o de hola qué tal ya estoy aquí o de sana
que sana culito de rana que por poco te matas con el quicio de la puerta ni, un
beso de esos de vale vale lo que tú digas por tal de no escucharte o un beso,
guarro de te la voy a meter hasta los huevos o el beso ese de ha sido sin
querer ¿me perdonas? O el otro aquel como una traca raca raca raca, como una
metralleta, raca raca uno detrás de otro en la mejilla mientras le aprietas con
la mano la boquita y ella dice qui mi dijis, que no te voy a perdonar o, un
beso de esos de vale te perdono pero. ¿Pero qué? ¿Por qué siempre hay un pero?
No. No un beso cualquiera.
Un beso firmado gracias, mi amor, por todos estos
años. Es especial. Sabe a bonito y a te daría un riñón y a no tengo palabras. A
sin ti la vida es una mierda y a no quiero que no estés, a mi lado por los
siglos de los siglos amén ni un sólo minuto de mi vida.
Después siempre intento follar.
-¿Follamos?
-He quedado con Matilde a correr por el carril
bici. No puedo. Me voy. Te quiero. Mua muac.
Y se va. Y yo me quedo. Mirando el cielo...
Billy MacGregor. Poeta. Tiene un blog: historia-dero.blogspot.mx
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